Reforma para Nakano

La pandemia del coronavirus ha acelerado transformaciones que vinieron para quedarse como el teletrabajo o la movilidad sostenible. Otras alteraciones quizá sean temporales, pero 2020 será recordado como el año en el que más hemos disfrutado del interior de nuestras viviendas. Aunque las videollamadas y la comida para llevar sea tendencia, no es óbice para dejar de lado qué sucede en las calles.

El espacio sigue siendo el principal escaparate y por ello NAKANO no renunció a un proyecto de arquitectura para aterrizar en la ciudad de Alicante. Tanto para recoger en el local como para entregar en domicilio, este take away japonés especializado en ramen y sushi ha adaptado óptimamente su apertura a las circunstancias.

Situado en el centro de Alicante, el diseño aprovecha su estrechez para optimizar los valores de rapidez y calidad que debe transmitir este tipo de locales. Como si fuera un viaje por la noche de Tokio, la pared curva de gresite traslada a la clientela a un túnel del metro bañado por la luz cálida.

Precisamente el contraste de la luz es el principal elemento para matizar la diferencia entre el espacio para recogida —destinado a clientes— y el espacio para entregas — reservado para riders. De esta manera, el espacio de la derecha realizado con tableros oscuros formados por partículas de madera y hormigón, generan diferentes huecos que albergan vegetación.

El mostrador da paso al área privada del local, con cocina, servicios y almacén, y está conformado por el mismo gresite que reviste las paredes. Envuelve un metacrilato retroiluminado naranja que contribuye, junto a los rótulos del local, a generar una imagen de sofisticación oriental.

Se trata de una propuesta con una gran carga expresiva que permite trasladar aspectos de la vida japonesa a un espacio en el que el objetivo es que el visitante quede impregnado de esta experiencia y a su vez disfrute del producto que ofrece.