Reforma para Cinco

La integración de diferentes espacios en una vivienda es una tendencia en alza. Este proyecto trata un espacio donde la cocina, el comedor y el salón se entrelazan en una danza de luz y armonía. Este proyecto no solo reformula el concepto de hogar, sino que también narra una historia de elegancia y simplicidad, donde cada rincón susurra confort y modernidad.

La metamorfosis comienza con la apertura de los espacios, derribando barreras físicas y visuales para crear una atmósfera de amplitud y libertad permitiendo una fluida transición entre las zonas de cocina, comedor y sala de estar. Se escogió una paleta de tonos que reflejando la luz natural que inunda el lugar a través de los ventanales. El granito y la madera natural se convierten en los protagonistas silenciosos, aportando una sensación de sofisticación y calidez al mismo tiempo.

En la cocina, el color cobrizo toma protagonismo. Aquí, la isla central no actúa como zona de preparación y almacenamiento, sino también un punto de reunión que invita a la conversación y el intercambio. El comedor destaca por su mesa de madera maciza, que se convierte en el corazón del hogar.

El salón, al que se accede bajando unos escalones para ganar altura, es un refugio de serenidad. Los amplios sofás abrazados por una estructura generada por el mismo pavimento, invitan al descanso. La iluminación, cuidadosamente distribuida, realza cada detalle arquitectónico y crea una atmósfera acogedora al caer la noche.

Esta reforma es, en esencia, un testimonio de que el diseño puede transformar la experiencia cotidiana del hogar en un placer constante.